MI PRERMIO NOBEL DE LA PAZ

En mi familia, yo creo que el premio nobel de la Paz se lo merece mi prima Sara. Ella es una persona generosa, amable, simpática, siempre que puede te ayuda. Cuando necesito algo siempre es ella la que me apoya y me dice lo que es mejor para mí. Aparte es estudiosa y sacamuy buenas notas, nunca deja algo a medio hacer, es muy ordenada.

Un día especial

Era un dia de reyes por la noche. 

Me desperté a media noche, serían las dos de la madrugada, no me acuerdo muy bien. Oí ruidos, no sabía lo que era, solo pensaba que si me levantaba a mirar se irían los "Reyes Magos". Me di media vuelta y me puse a oír el susurro de aquellas vocecitas que se escuchaban a lo lejos, sabía que los Reyes no eran, pues no eran voces normales. La curiosidad me mataba pero me daba un poco de miedo. 

A la media hora decidí por fin levantarme, mis padres dormían y me asomé al salón. Estaba todo cubierto de regalos, lo raro era que en cada regalo había varios muñequitos que hablaban entre sí. Entré y cerré la puerta, a mi derecha se encontraba una anciana cosiendo, la cogí y le pregunté que qué ocurría, ella me explicó que el año era especial y que era el año en el que todos los muñequitos pequeños cobraban viva. Yo me quedé asombrada y le dije que nunca había oído algo parecido. Ella me dijo que sí.

1º final: Me entusiasmó muchísimo y los reuní a todos para que me siguieran contando cosas, me dijeron que necesitaban ayuda, que eran demasiados y no sabían a donde ir, como se quedaran por ahí los cogerían y los tiraron entonces se me ocurrió una idea.

Hice aviones de papel  y en cada avión monte a uno o dos muñequitos hasta repartirlos por todos los niños de la ciudad y yo me quedé con la ancianita. Todos fueron muy felices con las casas que le tocaron.

2º final: Pasó muy rápido el tiempo que estuve allí con los muñequitos y mis padres se iban a levantar pronto. No podían verlos hablar, pero yo no podía guardarlos, les dije que se fueran pero no me echaron cuenta entonces los metí a todos en una bolsa, llevé la bolsa a un lugar donde recogían objetos perdidos para quien quisiera llevárselos que se los llevara, me fui para mi casa y me volví a acostar.

3º final: Yo me quedé sin palabras y muy asustada, corriendo fui a llamar a mis padres para decírselo, ellos no me creyeron, los obligué a ir al salón pero en cuanto llegué, los muñecos habían desaparecido. Al poco tiempo oí una voz que decía que por favor no le dijera a nadie que era el año de los muñecos y que por eso hablaban. Yo pregunté que por qué pero nadie me contestó.

Cuando ya estaba con mis padres abriendo los regalos, los muñecos salieron y empezaron a hablar. Mis padres como locos los metieron en una caja para venderlos pero yo se lo impedí , les dije que en la habitación que teníamos vacía crearíamos una casa para ellos y así fue. Allí vivieron muy felices con mi compañía.